El objetivo es demostrar tus habilidades de resolución de conflictos, comunicación y liderazgo, transformando una situación negativa en una oportunidad para mostrar tus capacidades.
Estructura general para tu respuesta (usando el método STAR):
- Situación (S): Describe brevemente el contexto y la situación problemática. Evita dramatizar o culpar a la persona directamente. Céntrate en el comportamiento o la situación que generaba el problema.
- Tarea (T): Explica cuál era tu rol y tu responsabilidad en esa situación. ¿Qué se esperaba de ti?
- Acción (A): Detalla las acciones específicas que tomaste para abordar el problema. Sé específico y menciona las habilidades que utilizaste (comunicación, escucha activa, mediación, etc.).
- Resultado (R): Describe el resultado de tus acciones. ¿Se resolvió el problema? ¿Qué aprendiste de la experiencia?
Puntos clave a considerar al elegir tu ejemplo:
- Enfoque en el comportamiento, no en la personalidad: Evita calificar a la persona como «difícil», «tóxica» o con otros adjetivos negativos. Describe sus acciones o comportamientos específicos que generaban el problema. Por ejemplo, en lugar de decir «era una persona muy negativa», di «constantemente expresaba dudas sobre la viabilidad del proyecto y desmotivaba al equipo».
- Situaciones profesionales, no personales: Elige ejemplos del ámbito laboral o académico. Evita anécdotas personales que no sean relevantes para el contexto de la entrevista.
- Resultados positivos y aprendizaje: Destaca cómo tus acciones llevaron a una resolución positiva del conflicto y qué aprendiste de la experiencia. Incluso si el resultado no fue perfecto, puedes enfocarte en el aprendizaje y en cómo te ayudó a crecer profesionalmente.
- Sé honesto pero diplomático: No inventes historias ni exageres tus logros. Sé honesto sobre la situación, pero mantén un tono profesional y respetuoso.
Ejemplos de situaciones y cómo abordarlas (con enfoque en el comportamiento):
- Compañero de trabajo con bajo rendimiento:
- Situación: Un compañero de equipo constantemente incumplía los plazos de entrega, lo que afectaba el progreso del proyecto.
- Acción: Me acerqué a él en privado para hablar sobre la situación. Escuché sus preocupaciones y traté de entender las razones de su bajo rendimiento. Descubrí que tenía dificultades con una herramienta específica y le ofrecí mi ayuda para aprender a usarla. También trabajamos juntos para establecer plazos más realistas y dividimos las tareas en partes más pequeñas.
- Resultado: Con el tiempo y el apoyo, el compañero mejoró su rendimiento y comenzó a cumplir con los plazos. El proyecto se completó con éxito y aprendí la importancia de la comunicación y el apoyo entre compañeros.
- Cliente difícil o exigente:
- Situación: Un cliente se mostraba constantemente insatisfecho con el progreso del proyecto y realizaba cambios de último momento que generaban retrasos y frustración en el equipo.
- Acción: Me reuní con el cliente para entender mejor sus expectativas y preocupaciones. Le expliqué el impacto de los cambios de último momento en el cronograma y el presupuesto. Propuse establecer un proceso de comunicación más claro y definir mejor los entregables al inicio del proyecto.
- Resultado: El cliente entendió la situación y aceptó la propuesta. Se estableció una mejor comunicación y el proyecto se completó dentro de los plazos acordados. Aprendí la importancia de la gestión de expectativas y la comunicación clara con los clientes.
- Miembro del equipo con actitud negativa:
- Situación: Un miembro del equipo tenía una actitud constantemente negativa, que afectaba la moral del resto del grupo.
- Acción: Hablé con esta persona en privado, escuchando sus preocupaciones y tratando de entender el origen de su actitud. Intenté enfocar la conversación en soluciones y en el impacto positivo que podría tener un cambio de actitud en el equipo. También promoví actividades de team building para mejorar el ambiente laboral.
- Resultado: Aunque no hubo un cambio radical de inmediato, la persona comenzó a mostrar una actitud más colaborativa y menos negativa. El ambiente del equipo mejoró y la productividad aumentó. Aprendí la importancia de la inteligencia emocional y la gestión de equipos.
Recuerda: Adapta estos ejemplos a tu propia experiencia y sé específico en tus respuestas. Lo importante es demostrar que tienes la capacidad de manejar situaciones difíciles de manera profesional y efectiva.
Respusta modelo a la pregunta de entrevista «Hábleme sobre una “persona problema” que haya manejado»
Durante mi carrera, he enfrentado varios desafíos, pero uno en particular destaca por las lecciones aprendidas y el crecimiento personal que me proporcionó. Se trató de un colega que, aunque era excepcionalmente talentoso, a menudo tenía dificultades para trabajar en equipo, lo que afectaba la moral y la productividad del grupo.
Al principio, abordé la situación con cautela, buscando entender las raíces de su comportamiento. Me reuní con él en un ambiente informal para construir una relación de confianza y abrir un canal de comunicación. Durante nuestras conversaciones, descubrí que su actitud provenía de una falta de confianza en sus compañeros de equipo y una sensación de no ser valorado por su trabajo.
Con esta información, trabajé para integrarlo más en el equipo, asegurándome de que sus ideas fueran escuchadas y consideradas. También implementé sesiones de feedback regular, donde todos, incluido él, podían expresar sus pensamientos y preocupaciones de manera constructiva.
El resultado fue transformador. No solo mejoró la dinámica del equipo, sino que también se observó un aumento en la calidad y la eficiencia del trabajo. Este colega comenzó a mostrar una actitud más colaborativa y se convirtió en un miembro valioso del equipo. Esta experiencia reafirmó mi creencia en la importancia de la comunicación y el liderazgo empático para resolver conflictos y fomentar un ambiente de trabajo positivo.